No sea un pensador optimista a ultranza. No despilfarre sus músculos mentales soñando un éxito conseguido sin esfuerzo. No llegamos a ser felices soñando simplemente que lo somos, el éxito llega haciendo cosas y dominando aquellos principios que lo producen. No cuente con la suerte para promociones, victorias y las cosas buenas de la vida, la suerte simplemente no está llamada a distribuir estas cosas buenas de la vida, en vez de eso concentrese en desarrollar aquellas cualidades en usted mismo que le harán un vencedor y lo llevarán directo al éxito.