La riqueza, el dinero y el éxito son resultados. Todos son consecuencias de tus actos, de tus acciones y lo que haces en el día a día. Tus acciones son el resultado de tus pensamientos, de las ideas que albergas en tu mente y de la manera cómo permites que estos afecten tu visión y perspectiva. Así que si quieres ser millonario, ser exitoso o cualquiera que sea tu objetivo, tendrás que albergar ciertos pensamientos en tu mente, de tal manera que estos influyan en tu actuar y consecuentemente en tus resultados. ¿Qué sucede cuando lo haces? Dejas los pensamientos negativos y empiezas a darte cuenta de que eres capaz de lo que sea, que eres tú la única persona que te alentará a seguir.
Prepara tu mente para comprometerte diariamente con la excelencia. Cuando lo estés, el éxito estará más cerca de lo que piensas. Te darás cuenta, con el paso del tiempo, que comprometerte con ésta, en cada aspecto de tu vida, definirá la calidad de tu vida, independientemente de lo que hagas. Bien dijo Vince Lombardi que “la calidad de vida de una persona está proporcionalmente relacionada con su compromiso con la excelencia, independientemente del campo de actividad elegido. Tómate el tiempo de observar a los grandes atletas, a emprendedores exitosos, o cualquiera que domine su campo de acción, y verás que cada uno de estos se comprometieron con la excelencia diaria.
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